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martes, 11 de junio de 2013

Poner primero el amor

Buenos días queridos lectores, ésta vez les vengo a escribir una reflexión muy interesante que escuché en una homilía. Es precisamente eso que dice el título: poner primero el amor antes incluso que a los seres queridos.

¿Cómo es ésto?

Bueno pues comencemos la explicación. Existen personas las cuales dan todo lo que tienen a los demás y no guardan nada para sí mismos, es decir, son personas entregadas que dan todo por los demás. Pero cuando sucede eso algunas veces ocurre la situación en la que (supongamos que es una mamá y sus hijos) ella les da todo lo que puede y trabaja para darles lo mejor de cada cosa siempre. No pide nada para sí misma, pero ocurre que al paso del tiempo los hijos terminan mal, quizás siendo delincuentes, quizás siendo flojos, o simplemente que se terminan aprovechando de su mamá y son personas que sólo dicen "dame", egoístas y no piensan en los demás. Pero, ¿Porqué pasa esto?¿No se supone que hay que ser personas entregadas y amorosas?

Bueno pues la explicación es la siguiente: La madre da todo lo que puede a sus hijos, pero lo que les da no necesariamente es bueno para ellos, quizás incluso puede ser malo. Entonces aún cuando la persona de todo a los demás, debemos discernir lo que es bueno realmente para ellos, y lo que no (aunque lo parezca) pues no hacerlo. ¿Cómo?

Precisamente esa es la clave que quiero compartirles. Nosotros y todos, debemos siempre seguir el camino del amor primero, y luego intentar guiar a todos los demás hacia ese mismo camino. Porque si nosotros no vamos hacia allá sin querer estaremos guiando a otros (incluso aunque no queramos guiar a nadie) hacia el mismo camino equivocado, y por lo tanto, irán incluso más lejos que lo que nosotros hemos hecho. Porque muchas veces los hijos van más lejos que lo que los mismos padres se atrevieron a ir, y sus errores (así como también sus virtudes) puedes llevarlos más al extremo, puesto que piensan que ese camino es el correcto, y quieren ser mejores que sus padres.


Entonces nosotros siempre debemos preguntarnos ¿Cuál es el camino del amor (= de Dios)? y ¿Cómo podemos seguirlo? ¿Qué es lo que pide de nosotros ese camino? Y debemos siempre poner en primer lugar al Amor y luego a las personas. Por ejemplo: Aunque nuestros hijos nos pidan mil cosas, debemos poner en primer lugar al amor y antes debemos preguntarnos sí darles lo que nos piden contribuirá más a que se de ese amor en las personas, a que se sientan amadas y a que puedan amar más. Y de esa forma no daremos cosas malas a los que queremos hacerles el bien.

¡Dios los bendiga!

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